lunes, 30 de noviembre de 2009

Kafka: Una historia detrás de una historia

Hace unos días, rebuscando las pertenencias de mi hermano, halle un libro que ya lo he leído en mis años de secundaria. Tan solo pronuncie su nombre y se vino a mi memoria toda la historia. El libro tiene por título la "Metamorfosis". Creó qué la mayoría conoce la historia, si no lo han leído completamente, pues al menos el resumen habrá valido.

Pero no voy escribir sobre la historia en sí. Sino de las cosas que leí en la introducción de este libro, escrita por Jordi Llovet, profesor de la Universidad de Barcelona. Un criterio personal sobre la obra la Metamorfosis y la investigación sobre ella.

Empezemos por Jorge Luis Borges, quien hizo la traducción de la obra. Un 3 de julio de 1983 Jorge Luis Borges declaraba lo siguiente: "Yo traduje el libro de cuentos cuyo primer título es La transformación, y nunca supe por qué a todos les dio por ponerle La metamorfosis. Es un disparate, yo no sé a quién se le ocurrió traducir así esa palabra del más sencillo alemán".

En su lengua original, la narración llevaba por título "Die Verwandlung", que no significa otra cosa que transformación, cambio de forma, mutación del aspecto exterior. Esta palabra alemana no indica causas sobrenaturales o de poderes incomprensibles. En estos casos, la lengua alemana usa mucho más la voz de origen griego Metamorphose que la muy corriente, como bien sabía Borges, Verwandlung.

Otra cosa interesante según las investigaciones, es que Kafka habría escogido el escarabajo para dar nueva forma a Gregorio Samsa porque se trataba de un animal doméstico por excelencia en la Praga de su tiempo, y no porque se tratara de un animal considerado repugnante. Kafka nunca mostró repugnancia por animal alguno, sino simpatía por muchos, como demuestra el uso que hace de ellos en los relatos, donde aparecen un topo, una manada de chacales, el caballo de Alejandro Magno, un raro cruzamiento de gato y cordero, un chimpancé, unas sirenas, un buitre, un gato, un ratón y todo un pueblo constituido por distintas clases de perros.

Pero lo cierto es que Kafka mostró muy poco interés por la forma de la metamorfosis de Samsa. La describió con relativa exactitud, posiblemente por fidelidad a las leyes de la descripción heredadas de sus admirados escritores y modelos novelísticos: Kleist, Dickens, Flaubert o Chévjov. Así que insistió en que lo importante de la narración era las relaciones entre los miembros de una familia sacudida por la fatalidad de que Gregorio Samsa es objeto inmediato.

Incluso cuando supo que Ottomar Starke, un dibujante propenso al sensacionalismo que trabajaba para el editor de la obra, iba a encargarse de la ilustración de la cubierta, Kafka no vaciló en rogar que se evitara una representación del animal y que mejor sea una escena familiar de las que constituyen la parte fundamental del relato. Kafka sugirió escenas como: los padres y el apoderado ante la puerta cerrada, los padres y la hermana en la habitación fuertemente iluminada, mientras la puerta que da al sombrío cuarto contiguo se encuentra abierta.
ESTA ES LA I PARTE CONTINUARA...

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